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Mostrando entradas con la etiqueta niños y alimentación. Mostrar todas las entradas
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Jóvenes y alimentación saludable

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Muchas veces los padres hablamos delante de los hijos sobre lo "gordos" que estamos o la dieta que debemos empezar, sin pararnos a pensar en la reacción que pueden ocasionar estos temas en los niños. 

Hay que pensar que los adolescentes son muy sensibles con su peso corporal, pues la sociedad les ha metido en la cabeza que no hay nada como estar delgada/o y tener un cuerpo 10. Si los padres le damos demasiada importancia a ese tema, podemos cambiar de forma inconsciente la forma de pensar de nuestros hijos, haciéndoles plantearse cosas en las que antes no pensaban.



Quizás nuestros hijos nunca habían escuchado la palabra "sobrepeso" o "dieta" hasta que lo escuchan de los mayores. Entonces se empiezan a interesar y cambian su percepción respecto a los demás. Es importante que desde pequeños les enseñemos que hay gente con diferentes tallas y formas y que lo importante es mantener un peso saludable y alimentarse de forma variada y nutritiva. Tan malo es el sobrepeso como estar por debajo del peso adecuado. Los niños necesitan alimentarse de forma correcta para crecer y desarrollarse. Si usted nota que su hijo está por debajo o por encima del peso adecuado, es aconsejable consultar un especialista en nutrición.

Debemos evitar hablar de "comida mala" y "comida buena", sino de comida sana e insana e intentar aclarar a nuestros hijos por qué un tipo de comida cae en una de esas categorías.

Las comidas sanas son aquellas que nos aportan vitaminas, minerales y otros nutrientes que nuestro cuerpo necesita para crecer adecuadamente, como las frutas y verduras, la proteína de la carne blanca como el pollo, pavo o pescado, productos lácteos como el yogurt o el queso, aceite de oliva, aguacate o frutos secos, etc.

La comida insana es aquella que no nos proporciona casi ningún nutriente y contiene grasas saturadas, como las frituras, pasteles, helados, bebida gaseosas, etc. Estos alimentos deberíamos dárselos a nuestros hijos de forma esporádica.

Comer en familia favorece una buena alimentación y además es ideal para la comunicación entre los miembros de la familia. Se debe establecer una buena relación entre los niños y los alimentos y enseñarle a que disfruten todo tipo de alimentos sanos.

Una buena idea es incitar a los niños a que preparen los platos con los padres. Hacer comidas coloridas o cortar las verduras de forma divertida puede ser un aliciente para los niños.

Evite forzar a su hijo a que se termine todo el plato, pero ínstele a probar los alimentos que se le ofrecen. Por lo menos dos mordiscos de cada cosa, para que se lleven el sabor de los diferentes alimentos.

Nunca castigue a su hijo por no comer o por comer demasiado, pues esto le puede llevar a tener sensaciones negativas sobre la comida. Es mejor enfocarse en darles de comer alimentos de todos los grupos, tres comidas diarias y dos meriendas. No debemos prohibirles terminantemente que coman comida basura, pero sí enseñarles a controlar lo que comen y a elegir la comida sabiamente. Si les hacemos saber a nuestros hijos la importancia de comer sano y mantener un peso adecuado, les ayudaremos a ser personas saludables y fuertes.


Alimentación niños: Pescado

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Hay muchos niños a los que no les gusta el pescado y es un alimento muy nutritivo con un elevado valor biológico y una cantidad de proteínas similar al huevo y a la carne. El pescado azul y el marisco, poseen una mayor cantidad de proteínas.


A partir del año, ya el bebé puede introducir el pescado en su dieta, siempre teniendo cuidado por si se observa alguna alergia.

Para que los niños se acostumbren a comer pescado, aquí os proporcionamos algunos trucos interesantes:

Es mejor comprar pescado de buena calidad y sin espinas, sobretodo para empezar, ya que las espinas harán que los niños sean reacios a volver a comer este alimento. En el mercado existe una gran oferta de pescado fresco o congelado, como merluza, lomos de bacalao, etc que están libres de espinas.

Sería bueno también intentar evitar los pescados con sabores demasiado fuertes o intentar disimular el sabor con especias o hierbas aromáticas. También podemos facilitarles las cosas si les desmenuzamos el pescado a trocitos y lo mezclamos con el resto de la comida.

Es mejor no cocer mucho el pescado para que no quede muy seco. La forma ideal de presentar el pescado a los niños, es rebozado, sin demasiadas salsas. Luego poco a poco ya se puede ir cambiando la presentación, una vez nuestros hijos ya se hayan adaptado a su sabor y textura.


Otra opción es hacer hamburguesas o albóndigas de pescado. También si lo mezclamos con otros alimentos que le gusten a nuestros hijos, siempre tendrá más aceptación, por ejemplo, macarrones con atún o croquetas, etc.

Si utilizamos estos trucos, poco a poco los niños se irán acostumbrando al delicioso sabor y variedad que nos ofrece este nutritivo alimento, que tantas proteínas y vitaminas les aportan.

Alimentación niños: frutas y verduras

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Es muy importante que los niños coman frutas y verduras. Personalmente no soy el mejor ejemplo para demostrarlo, ya que de pequeña aborrecía estos alimentos. Por eso me gustaría transmitir unos trucos para que los niños coman más variedad de frutas y verduras y poco a poco las vayan incluyendo en su alimentación.


Es vital que las comidas se hagan de forma relajada, todos sentados en la mesa, sin el televisor encendido y sin prisas.

Algunos consejos para que los niños coman verduras:

Si no les gustan crudas, se puede probar con zumos o cremas de verduras. Un zumo de zanahoria y manzana es muy saludable y está rico, por ejemplo. Una crema de calabacín, cebolla y otras verduras, es muy suave y fácil de hacer.

Las verduras se pueden esconder dentro del plato principal. Por ejemplo, si se hace pasta, es muy fácil esconder los trocitos bien pequeñitos, con verduras blancas que pasan más inadvertidas.

Podríamos presentarles las verduras de forma divertida. Podemos hacerlo en forma de carita, o con figuras geométricas e incluso animar a nuestros hijos a que preparen pinchos con diversas verduritas.

 Las verduras crudas son muy saludables. Hay muchos niños a los que les encanta morder cosas crujientes. Si no les gusta, siempre se pueden hacer en puré.

Podemos mezclar las verduras, por ejemplo con puré de patatas, las machacamos o añadirles queso, alguna salsa o sus ingredientes favoritos.

Intente no apartarle los trocitos de verdura de la comida para que se acostumbren a ella.

Y sobretodo, no desistir. El primer día costará que se la coman, pero a base de seguir insistiendo, llegará un momento en el que terminará probándola y se acostumbrará a comerlas habitualmente.

Trucos para que los niños coman más frutas:

Al igual que la verdura, la fruta en zumos es deliciosa y de fácil aceptación por parte de los niños.

Es bueno siempre tener una cesta con fruta variada, que se vea apetitosa y donde nuestros hijos puedan escoger diariamente alguna pieza. Al principio es mucho mejor llevarles la fruta ya preparada, es decir, pelada y cortada, sin añadirles azúcar.

Los padres debemos dar el ejemplo. No podemos pretender que nuestros hijos coman fruta si nosotros no lo hacemos. Recordemos que los niños tienden a imitarnos.

También podemos añadir fruta fresca en alguna tarta o pastel y también mezclarla con yogur o natillas.

Habituarlos a ponerles fruta en la merienda también es una buena costumbre. Entre todos podemos hacer que nuestros hijos tengan una alimentación más saludable.