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Accidentes infantiles: quemaduras

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Es muy normal que el algún momento nuestros hijos puedan sufrir quemaduras debido a algún accidente o descuido. Los niños pequeños suelen ser muy curiosos y tienen la piel muy sensible, por eso es nuestro deber estar atentos y protegerles de una posible quemadura.

Si la quemadura es leve, se puede tratar desde casa y no entraña mayor peligro, pero si la quemadura es algo más serio, debemos acudir a un hospital sin pensarlo.


A continuación les enumeramos algunas causas comunes por las que nuestros hijos podrían sufrir quemaduras:

Debido al vapor (de algo que se cocina, del baño o la plancha), los niños podrían sufrir escaldaduras. Siempre hemos de estar atentos cuando estemos cocinando y probar el agua antes del baño.

Contacto con llamas u objetos calientes: Puede ocurrir también en la cocina, en la chimenea, secador de pelo y algunos electrodomésticos que emanan calor o fuego.

Quemaduras por químicos: Ocurren al tragar sustancias peligrosas, como lejía, detergentes, pilas pequeñas o cuando se derraman líquidos peligrosos y causan contacto con la piel.

Quemaduras eléctricas: cuando ocurre debido a algún cable suelto o al meter los dedos en un enchufe, etc.

Quemaduras por el sol: cuando los sobre-exponemos al sol sin protección.

Las quemaduras se clasifican en 1er, 2do y 3er grado, dependiendo del daño ocasionado en la piel. Las más leves son las quemaduras de primer grado y generalmente producen enrojecimiento en la piel o hinchazón, además de dolor. Las quemaduras de segundo grado pueden producir ampollas y el área quemada pues ser más rojiza y las de quemaduras de tercer grado, son evidentemente las más peligrosas y pueden producir entumecimiento debido al daño causado en el sistema nervioso.

Cualquiera de estos tipos de quemaduras puede ocurrir debido a los accidentes mencionados anteriormente. Debemos actuar con rapidez para reducir la temperatura del área quemada y evitar daños mayores en los tejidos.

Cómo actuar cuando algún niño sufre una quemadura:

Si su hijo sufre una quemadura de primer grado, lo primero que se debe hacer es quitarles la ropa alrededor del área quemada y echarles agua fresca en la quemadura. A continuación debemos pondremos alguna crema de aloe vera varias veces al día sobre el área afectada. Si quiere puede protegerlos con una tirita, aunque no es muy recomendable en los más pequeños.

Si su hijo sufre una quemadura que sospecha puede ser de segundo o tercer grado, inmediatamente se debe acudir al hospital y buscar atención médica al igual que si la quemadura es de más de 5 centímetros de diámetro, si la quemadura es por fuego, por electricidad o por tragar algún elemento químico. Si la quemadura se produce en la cara, manos o genitales o si cree que puede haber infección, también debería acudir a un especialista.

Mientras espera la llegada del médico, mantenga a su hijo recostado con la zona afectada lo más elevada posible. Tenga cuidado de no quitar la ropa que esté adherida a la piel ni romper ninguna ampolla.

Si cree que su hijo ha ingerido alguna sustancia química o se ha tragado algún objeto, no deje de acudir a urgencias inmediatamente.

Lo ideal es que evitemos este tipo de situaciones. La precaución es la mejor solución a las quemaduras y los padres podemos reducir el riesgo de que nuestros niños sufran este tipo de accidentes. Mantenga los mecheros, cerillas, químicos, velas, etc, lejos del alcance de los niños y cuando vayan a estar expuestos al sol, siempre aplicarles crema protectora, no sólo cuando van a la playa o piscina.

Jóvenes y alcohol

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Ahora que se acerca la Navidad, me gustaría hablar sobre un tema importante en la educación de nuestros hijos. Durante la etapa de la adolescencia, los chicos ya empiezan a asistir a fiestas y lugares donde el alcohol está presente y a su alcance, a pesar de las normas establecidas en la sociedad.

Es muy importante que eduquemos a nuestros hijos sobre el alcohol, porque a largo plazo, las consecuencias pueden ser mayores y puede llegar a convertirse en un verdadero problema.



Está comprobado estadísticamente, que el 80% de los jóvenes que han terminado el colegio, se han emborrachado al menos una vez en su vida y muchos de ellos son alcohólicos.

El alcohol es una droga, que tiene efectos tan dañinos como la marihuana o el tabaco y es relativamente fácil de conseguir, ya que está presente en muchas celebraciones y fiestas a las que asisten nuestros hijos. 

No siempre son los hijos de los demás, los que se emborrachan y los padres deberíamos ser capaces de identificar cuando este problema ataca a nuestros propios hijos, pero lo más esencial, es tener comunicación con ellos desde que están en la pre-adolescencia, para que sean conscientes de los peligros que el alcohol puede causarles.

Lo principal es darles ejemplo. No podemos alertar a nuestros hijos del problema del alcohol, si los padres nos emborrachamos a menudo. Nosotros somos su principal referencia y modelos a imitar. Se ha de tomar especial precaución en el mensaje que les transmitimos cuando tomamos alcohol.

Los adolescentes suelen tomar alcohol los fines de semana, ya que es cuando suelen tener las actividades de ocio. Cuando se inician en las bebidas alcohólicas, los jóvenes necesitan muy poca dosis para emborracharse y muchos creen que si toman bastante el fin de semana, pero no lo prueban durante el resto de la semana, que no es tan perjudicial para el organismo.

Muchos niños empiezan a tomar alcohol a la edad de 12 años, una edad en la que son totalmente influenciables por sus amigos, una edad en la que "tener el puntillo" es divertido y beber los hace ser más "guays" y agradables con los demás. Los niños más inseguros o tímidos, tienen más posibilidades de tomar alcohol, porque eso los desinhibe y se creen mejor adaptados en el círculo social. Ahí es donde los padres debemos educarlos y darles pautas para que aprendan a disfrutar y a celebrar sus jornadas de ocio, sin necesidad de tomar alcohol para divertirse. Hay que ayudarles a generar confianza en sí mismos, a aprender a lidiar con sus problemas y podemos fomentar actividades sanas, como el deporte o invitar a sus amigos a casa, para que se diviertan de forma más sana.

Debe quedar claro que el alcohol es una sustancia tóxica para nuestro organismo y que una vez 
consumido tiene que desaparecer de nuestro cuerpo, con las consecuencias que ello conlleva para la salud. El alcohol también causa problemas de aprendizaje, de memoria y merma la capacidad de pensar. La adolescencia es una etapa crucial para el desarrollo cerebral, por lo que el consumo de alcohol puede tener consecuencias negativas a largo plazo en su vida de adulto/a.

Hablemos con nuestros hijos, en un entorno relajado, sin reproches ni sermones, intercambiemos con ellos sus impresiones al respecto y ayudémosles a diferenciar el uso del abuso del alcohol, porque mientras más información tengan, mejor preparados estarán para afrontar el tema de las bebidas alcohólicas.

Algunos libros que hablan sobre el tema de los jóvenes y el alcohol y puedes adquirir a través de Amazon:


ADOLESCENTES, ALCOHOL Y DROGAS (NIÑOS Y ADOLESCENTES)
Adolescentes y alcohol : cómo son?, qué inquietudes tienen?, por qué razones beben?:recomendaciónes para padres y educadores
Adolescentes, ocio y consumo de alcohol

El acoso escolar o bullying

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El acoso escolar, también denominado bullying, es un problema muy extendido que afecta a niños de todas las edades y diferentes ámbitos. Es un problema serio al que se le debe dar importancia y dar todo el apoyo al niño o niña que lo está sufriendo.

El acoso escolar es el maltrato, ya sea físico o psicológico que recibe un niño por parte de sus compañeros en el centro escolar y a veces puede provocar situaciones dramáticas, por lo que no se debe minimizar o restar importancia.


Lo primero que se debe hacer cuando sabemos que nuestro hijo está siendo acosado, es intentar averiguar cuál es la causa de ese acoso. ¿Es por algún motivo de envidia? ¿Es por que nuestro hijo tiene un carácter introvertido y por lo tanto es un objetivo fácil? El bullying ya se puede manifestar en edades tempranas y generalmente los acosadores suelen ser niños más fuertes o más populares, que se ceban una y otra vez acosando a los más débiles o introvertidos.

Los padres y educadores debemos estar alerta ante estas situaciones. Sobretodo hay que darles confianza a nuestros hijos para que nos expliquen sus problemas, porque muchas veces este acoso es silencioso por parte de la víctima y los compañeros no lo denuncian por miedo a represalias por parte de los acosadores.

Si un niño nos dice que está siendo acosado por algún compañero, lo primero que de debemos hacer es intentar aumentar su autoestima, dedicarle el tiempo necesario y brindarles nuestro apoyo incondicional. Al niño acosado se le debe enseñar a defenderse con la palabra y darle pie a que expongan esas situaciones injustas con los adultos más cercanos.

Un buen método sería intercambiar los roles con el niño, de modo que éste represente al acosador y los padres al niño acosado, recreando las situaciones que éste vive en el colegio y los padres les mostramos cómo debe de actuar ante esas situaciones. De esta forma, el niño puede implementar en la escuela lo que han aprendido y sabrán cómo actuar. Si el niño va preparado al colegio y se siente apoyado por los adultos, ello le permitirá rebajar el nivel de estrés y elevar su autoestima.

El niño debe aprender a encajar bien las bromas y no ponerse nervioso o enfadarse, porque esta situación la aprovechan los acosadores para burlarse y cebarse con las víctimas.

Lo más importante es la comunicación entre padres e hijos. El acoso escolar o bullying es un problema muy grave que en las situaciones más radicales, pueden terminar en suicidio, así que los padres debemos estar atentos ante cualquier cambio en el comportamiento, cualquier moratón o golpe que veamos o si vemos que de repente nuestro hijo no quiere ir al colegio.

El otro día ví una película que abordaba este tema de cerca, entre otras cosas, que se llama Disconnect. En ella reflejaba los sentimientos de un niño que pasa por una situación complicada y sus consecuencias.


Si los padres no nos sentimos capacitados para lidiar con este problema y somos conscientes de que nuestro hijo sufre acoso escolar, debemos consultar a los expertos, pero nunca dejar de lado este problema.

Aquí os mostramos algunos libros que pueden ayudar sobre este tema y puedes adquirir a través de Amazon: