Esta web utiliza cookies para obtener datos estadísticos de la navegación de sus usuarios. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso. Más información Cerrar

Cada etapa a su tiempo

|

Mi querida suegra me propuso un tema para comentar en el blog. Me dijo, "¿por qué no escribes sobre lo adelantados que están los niños de hoy en día para su edad?"... Y es cierto, me puse a pensar y veo que en la sociedad de hoy día, los niños dejan de ser niños a una edad muy temprana. Muchos dejan los juguetes a un lado para solo usar la tecnología. ¿A qué edad un niño debe tener un teléfono móvil? Todo depende de las circunstancias, pero ciertamente es un error darle un teléfono a un niño de 7 u 8 años. 



En los últimos años los hábitos de nuestros hijos han cambiado muchísimo respecto a los de sus padres a la misma edad. Cada vez las niñas quieren maquillarse más pronto, ponerse tacones e incluso iniciar las relaciones sexuales cuando aún no han cumplido los 15 años. 

Según algunos estudios, cada vez hay más familias con hijos únicos y ello provoca que se relacionen más con los adultos y por ende, quieren comportarse como ellos. Pero pienso que ese es solo uno de los motivos para que esto suceda. La misma sociedad, los avances tecnológicos, las prisas, el poco tiempo que dedicamos a la educación de nuestros hijos, son los factores que han propiciado este fenómeno.

Si nos fijamos en muchas tiendas, la ropa para niñas y niños se hace a semejanza de la de adultos. Los anuncios televisivos muestran productos (y modelos) para niños que no son tan infantiles. Nos bombardean constantemente incluso en series y programas de televisión con adolescentes que se comportan y visten como adultos. Muchos jóvenes siguen esa moda atraídos por sus ídolos y quieren imitarlos en todo.

Cada etapa se debe vivir a su debido tiempo. No adelantemos la infancia de nuestros hijos. Los niños tienen que jugar como niños, vestir como niños y comportarse como tales. Es peligroso para ellos que se salten las etapas de la vida (infancia, pubertad, adolescencia, juventud) porque puede ocasionarles trastornos psicológicos incluso depresión a una edad temprana. 

Juguemos con ellos, compartamos con ellos leyéndoles sus cuentos preferidos, recreando escenas con juegos educativos, estimulando su creatividad, salgamos al aire libre, a montar bicicleta, al parque, etc.

No nos dejemos caer en la tentación de ver a la niña maquillada "¡porque se ve tan bonita!", o de comprarle videojuegos para adultos a un niño pequeño "porque se le dan tan bien"..., simplemente dejémosles ser niños y vivir una infancia sana y feliz.

El primer sujetador (también llamado brasier, sosten o ajustador)

|

Todavía recuerdo aquel momento de la pubertad, en la que todo se nos hace un mundo y entraba en el dilema de si usar sujetador o no. Mis amigas hacía rato que ya habían estrenado su primer brasier y los llevaban tan contentas y orgullosas, pero allí seguía yo; esperando a desarrollarme y poder estrenar tan ansiada prenda al igual que ellas.


Como hemos comentado antes, en la pubertad suceden muchos cambios y uno de ellos es el desarrollo del pecho en las niñas. Esta etapa se inicia entre los 9 y 10 años, pero cada niña es diferente y muchas empiezan el desarrollo más adelante.

Muchas chicas tienen prisas por utilizar su primer sujetador y otras lo intentan alargar lo máximo posible, porque ese es el primer signo de que se están convirtiendo en mujeres y algunas niñas se sienten cómodas en su etapa infantil.

Según un estudio, hoy en día las niñas desarrollan antes, sobre los 9.7 años, por lo que en segundo o tercer curso, ya muchas de ellas usan el brasier. Las madres somos las primeras en notar ese cambio y muchas veces le insistimos a nuestras hijas en que lo usen, porque las niñas que desarrollan en edades tempranas, empiezan a mostrar curvas que llaman la atención de los chicos.

¿Cuál es la edad ideal para usar el primer sujetador?

No existe una edad ideal para usar el primer sostén ya que va a depender de cada niña, pues cada una desarrolla de forma distinta. A partir de los 9 años ya podemos estar pendientes de algunos cambios en su cuerpo y nos daremos cuenta del momento adecuado  o ellas mismas lo pedirán.

Aunque parezca una tontería, cuando estás en la pre-adolescencia, ese tema se convierte en todo un dilema. Por una parte, notas los cambios que se están produciendo en tu cuerpo y por otra, te da verguenza hablar con tus padres sobre ello. No quieres que se te note nada y empiezas a utilizar camisetas anchas o grandes jerseys para disimular.

En mi época no había demasiada variedad, pero afortunadamente, hoy en día hay sujetadores de todas formas y colores, de deportes, con dibujitos, de colores, con relleno...

¿Cuál es el sujetador adecuado para usar por primera vez?

El primer sujetador es mejor que sea tipo deportivo o de entrenamiento, sin copas ni aros, que no apriete demasiado y que sea cómodo. Lo ideal es tomar la medida de tu hija, porque aunque haya sujetadores de tamaño estándar, no todos le van bien a todas las chicas.

Existen algunos que tienen relleno y también van muy bien. El relleno no es para realzar la forma del pecho, sino para suavizar el área del pezón y disimularlo. A muchas chicas les da verguenza que se note.

Las madres hemos pasado por esa etapa y sabemos la importancia que tiene para muchas chicas, así que apoyemos a nuestras hijas, hablemos con ellas cuando se acerquen a la pubertad y démosle total confianza para que se sientan a gusto con su cuerpo y que elijan el sostén que mas les guste. Hay que explicarles que hay pechos de todos los tamaños y formas y que todos son bonitos y normales.

Cuando nuestros hijos mienten

|

La mentira tiene una valoración muy negativa en la sociedad y para algunos niños es como "un pecado". Otros niños mienten con suma facilidad y otros lo hacen para evitar algún castigo o no asumir responsabilidades.

Cuando el niño es pequeño, no es consciente de que está mintiendo; cuando alcanza la edad entre 7 y 8 años, es posible que nos mienta pero no con la intención de engañarnos, sino que en esta etapa, aún no ha superado del todo la diferenciación entre fantasía y realidad. Generalmente a esta edad, lo que pretenden es salir del paso, antes que engañar a los padres a consciencia. Es muy raro que un niño de esta edad mienta deliberadamente para hacer daño a alguien. Cuando eso pasa, es necesario por nuestra parte, hacerles ver que su comportamiento es incorrecto y que deben corregirlo.

Una de las cosas más importantes a la hora de intentar educar a nuestros hijos para que no digan mentiras, es no calificarles de "mentirosos" ni culpabilizarlos, porque ellos pueden pensar que no vale la pena cambiar si los demás creen que siempre mienten.


Otra cosa importante a tener en cuenta, es predicar con el ejemplo. Muchas veces hemos dicho que el mejor ejemplo lo damos los padres. Los niños nos intentan imitar en todo y por ello debemos ser cuidadosos con lo que hacemos y decimos. A veces no nos damos cuenta y nosotros mismos inducimos a nuestros hijos a mentir en diversas situaciones."Si te preguntan cuántos años tienes, di que tienes 5..."es un ejemplo de un padre que no quiere pagar una entrada para mayores de 6 años y le dice a su hijo que se haga pasar por menor. Para nosotros es una "mentira piadosa", pero los niños lo captan todo y luego va a ser difícil explicarles que ellos no lo deben hacer, cuando nosotros lo hacemos de vez en cuando.

Cuando nos damos cuenta de que nuestro hijo miente, es mejor tratar este tema a solas y no delante de más personas, para evitarles la humillación. Hemos de ser firmes pero sin gritarles ni amenazarles. Mientras más calmados estemos, más fácil será para ellos. La clave es decirles "si me dices la verdad, te prometo que no te va a pasar nada e intentaremos reparar el daño hecho". Una vez dicho esto, hay que cumplirlo, para que el niño confie en nosotros y nos diga la verdad, aunque lo ideal es reservar esta frase para situaciones importantes y no usarla en todos los momentos.

En la etapa adolescente, la mentira puede significar algo más grave. Muchos adolescentes sienten que hay cosas que no deben compartir con los padres, ya sea por miedo a represalias o porque han crecido en un entorno en el que no hay negociación por parte de los padres y pretenden evitar males mayores.

Para evitar que nos mientan en esta edad, lo primero es haberlos educado con una base de confianza, evitando los castigos y represalias. Como hemos comentado a veces, debemos respetar su intimidad y privacidad y fomentar la sinceridad. Ello se logra cuando los niños crecen en un ambiente de afectividad, aceptación y confianza entre todos los miembros de la familia.