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Tareas que los niños pueden hacer en casa

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Como madre de dos niños de 9 y 7 años, reconozco que muchas veces intento retrasar el momento de poner a mis hijos a hacer tareas y ayudar en la casa, pero lo cierto es que ya tienen edad suficiente para colaborar con las tareas diarias y empezar a adquirir ciertas responsabilidades.

Desde los 6 años ya se les puede dar algunas tareas fáciles y para que no se les haga aburrido, no debemos hacerlo como una orden, sino con una buena actitud y colaborando con ellos como si fuera un juego. A esta edad ya pueden hacer cosas simples como recoger su cuarto, ordenar y clasificar la ropa limpia, hacer su cama, ayudar a barrer la casa, recoger los juguetes, ayudar a poner la mesa o tirar la basura (si está cerca de la casa). Cuando el niño es pequeño, estas tareas son incluso divertidas, ya que los niños se sienten importantes y para ellos es como un juego. Ya cuando el niño crece y los padres les reclaman estos quehaceres, las cosas se vuelven un poco más difíciles.

A medida que nuestros hijos van creciendo, les tenemos que ir dando más tareas y explicarles exactamente qué se espera de ellos. Al principio, seguramente no lo harán muy bien, pero no debemos regañarlos, sino explicarles cómo lo deben hacer mejor.

Sobre los 8 o 9 años, ya pueden adquirir mayores responsabilidades, como pasear al perro o ir a comprar el pan si es un lugar cercano a la casa. A esta edad ya se les puede enseñar a hacer cosas en la cocina, como un huevo revuelto o simplemente colaborar con nosotros en platos simples o repostería. Esto les suele gustar y lo ven como algo divertido.

Es mejor establecer un horario para hacer ciertas cosas, como por ejemplo, poner la mesa antes de comer, recoger el cuarto antes de ver la televisión, cepillarse los dientes después de cada comida, etc.

Sobre los 10 y 12 años, ya pueden pasar la aspiradora, hacer platos de comida simples, poner y recoger el lavavajillas, cortar el césped y limpiar baños (esta última tarea no nos gusta ni a los adultos, por lo que va a costar un poquito).

Esta claro que todos los miembros de la familia deben participar y tener responsabilidades. Los padres, como siempre hemos dicho, deben predicar con el ejemplo y colaborar entre ambos en las tareas domésticas.

También es importante que si los niños se olvidan o no hacen la tarea, que los padres no lo hagamos por ellos, porque deben aprender que la responsabilidad es suya y tienen que encargarse de ello.

Cuanto más tarde empecemos a darles tareas domésticas, más difícil será educarlo para que sea constante y ordenado en las diferentes facetas de su vida, los niños deben saber que es muy importante ayudar en casa porque los valores que aprenden, le servirán para toda su vida.

Bueno, les dejo que voy a poner a mis hijos a recoger un poquito... ¡Hasta la próxima!


La satisfacción de llegar a la meta

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Introduciendo las matemáticas a los niños

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Las operaciones matemáticas están presentes en cualquier actividad que realicemos diariamente. Hay niños a los que les encantan las matemáticas y se le dan bien los cálculos y hay otros que la aborrecen y prefieren dedicarse a las letras o alguna rama artística. 

Es importante que ayudemos a fomentar su aprendizaje desde edades tempranas para que adquieran habilidades matemáticas y adquieran una compresión más compleja de cálculos y números para poder utilizarlo en la vida diaria. 

Hay formas divertidas de introducir las matemáticas a nuestros hijos y no necesariamente  tienen que ser los ejercicios y problemas que vienen en los libros de texto. Aquí les damos algunas ideas para estimular y compartir las matemáticas en la vida diaria de nuestros pequeños.

Para los niños más pequeñitos, seria bueno introducirles las matemáticas con actividades sencillas, como la clasificación de objetos por colores, hacer pilas y después contarlas, hacer gráficos o jugar con recipientes de distintos tamaños mientras disfrutan de un baño o están con nosotros en la cocina. 

Comprarles una hucha o alcancía es una buena idea, para enseñarles desde pequeños  a ser responsables con su dinero, a manejarlo y guardarlo para cosas importantes o simplemente para conseguir un objetivo a largo plazo. De vez en cuando, los niños pueden clasificar las monedas y aprender los diferentes tipos de billetes que existen o hacer recuento de lo que tienen ahorrado hasta el momento. Es una buena forma de incentivarlos y de hacer que valoren las cosas cuando las compren ellos mismos.

Ir de compras con ellos también les estimula. Le podemos dar la lista de la compra para que ellos mismos la lean y elijan los artículos según el precio mas adecuado. Debemos incentivarles preguntándoles cual deberíamos comprar, en que producto ahorramos más o cuanto nos descuentan en alguna oferta. Podemos incluso retarlos a que hagan un calculo aproximado de lo que vamos a gastar y si tenemos varios niños, ver cual de ellos se acerca mas a la cifra final.

Hacer juegos contando, repasar las tablas matemáticas o sacar la cuenta en los restaurantes, es un juego que los estimula y les ayuda a trabajar en estimados y cálculos matemáticos.

Se trata de que nuestros hijos se sientan cómodos con los cálculos y las actividades matemáticas, aprovechando cualquier excusa para compartir con ellos de forma divertida en la vida diaria.