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Primero de primaria

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Cuando mi hijo empezó el curso de Primero de primaria, con casi 6 años, no me imaginaba el gran cambio que iba a suponer. Estábamos acostumbrados a las fichas de dibujar, a leer una página de libros muy simples cada viernes o a aprender letras y números. En primero de primaria, ya hablamos de responsabilidades mayores y de una exigencia mayor: la lectura, escritura y operaciones matemáticas, juegan un papel importante en este curso y los padres debemos comunicarnos con nuestros hijos con la mejor fluidez durante todo el curso escolar.

Son unos cambios drásticos , pues en primero de primaria existen unos objetivos que hay que conseguir. Hay niños a los que les cuesta más que otros adaptarse, por lo que la ayuda en casa es imprescindible. Ojo, con esto no queremos decir que los padres debemos hacer los deberes con ellos, sino hacer hincapié en sus necesidades, su responsabilidad diaria y establecer una rutina de estudio que le sirva también para los años posteriores.

Sería conveniente que los niños que empiezan el primer curso de primaria, dispongan de un lugar propio de estudio, una mesa y una silla cómoda, convenientemente iluminadas, si es posible, con luz natural y sin distracciones, como la televisión o aparatos que les puedan distraer de sus tareas diarias.

A mi hijo le daban un libro pequeño para leer cada semana y los viernes tenían que hacer un comentario sobre el libro. La comprensión lectora es muy importante en esta etapa también. No sólo es necesario que aprendan a leer, sino que comprendan lo que están leyendo. Sería bueno estimular a nuestros hijos para que lean en el entorno que les rodea, es decir, cuando salimos a la calle, podríamos animarlos a que lean los carteles o cuando vamos al supermercado, podríamos darle la lista a ellos para que la lean y aprendan a buscar los alimentos. En la clase de mi hijo, les cronometraban cada lectura, para así comprobar la evolución a lo largo del curso. No hay que obsesionarse con cronometrar a nuestros hijos cada vez que leen un cuento, pero sí poner más atención, si vemos que no avanzan progresivamente.

En primero también los niños reforzarán la escritura, haciendo copias y repitiendo la caligrafía las veces que sea necesario.

En cuanto a las matemáticas, entre los 6 y 7 años, los niños se encuentran en una fase transitoria entre el período pre-operacional y las operaciones concretas. Es posible que en primero ya se inicien con las tablas de multiplicar, además de realizar problemas y operaciones sencillas, que serán más complejas a medida que avance el curso. También en primero, los niños aprenden a sumar y restar llevándose. Es importante saber el método que emplea el centro escolar para que en casa les ayudemos de la misma manera y no les causemos confusión. Generalmente se trabajan los números hasta el 1000.

Es un nuevo ciclo, pero con perseverancia y dedicación, se puede superar con creces y terminar el primer curso de primaria con buenos resultados. Durante las vacaciones, es bueno reforzar lo aprendido y animarles a seguir leyendo y realizando operaciones matemáticas, para que empiecen segundo con mayor facilidad.

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